Enamorar al ser que no nos corresponde ha sido desde siempre uno de los mayores retos de la brujería. En la Edad Media, era habitual pedir ayuda a las brujas para fabricar de dinero pociones y filtros de amor y el azafrán era una de las plantas más usadas

El azafrán ha sido considerada una planta mágica desde hace miles de años. Era ingrediente de pociones en la cultura egipcia e incluso se nombra en los Cantos de Salomón. Y era fundamental en la elaboración de pociones y filtros de amor . También era considerada una especie valiosa por su capacidad para teñir ropajes: se utilizaba el azafrán para teñir trajes de fiesta y se esparcía en las salas para aromatizar el ambiente en las celebraciones. Los más ricos incluso rellenaban de azafrán los cojines, tal era el valor que se daba a esta planta.
La parte más valiosa del azafrán es el aceite que contienen sus estigmas, con el que se elabora la famosa especia. Conseguir cantidad suficiente es muy costoso y difícil y eso otorgaba aún más misterio a las recetas mágicas que contenían esta planta. Y la elaboración de filtros de amor era una de las más solicitadas.
El azafrán como planta mágica
Para que el azafrán sea efectivo en estas pociones que afectan a los sentimientos, se decía que debía recolectarse cuando el sol estaba en Leo o Piscis, o cuando la luna estaba en cáncer. ¿Funcionaban estos filtros de amor elaborados con flores de azafrán? No se sabe, aunque es cierto que podían dar seguridad a quien los utilizaba y, tras vencer la timidez, lograr enamorar a la persona deseada.
En épocas como la romana, se utilizaban habitualmente los filtros de amor, que solían preparar las brujas. Y muchos charlatanes vieron el negocio y se dedicaron a embaucar a las clases populares. El gran valor de la especia del azafrán hizo que aquellos que comerciaban con él durante la Edad Media incluso tuvieran una guardia personal armada para asegurarse de que la mercancía llegaba a su destino. El azafrán también fue utilizado para fines más oscuros, como provocar el aborto en las mujeres. Esta práctica suponía un grave riesgo para la madre, ya que esta especia, ingerida en gran cantidad, llega a causar la muerte.