El tagete es una planta perfecta para jardines y balcones, que soporta el calor y regala infinidad de flores durante meses. Soporta bien las plagas, pero a veces muere por malos cuidados. Aquí van consejos sobre cómo cuidar los tagetes y tener una maceta llena de flores

Cuando llega el buen tiempo y queremos llenar de flores el jardín, la terraza o el balcón, son muchas las posibilidades. Pero no siempre elegimos bien. En lugar de plantar las especies que mejor se adaptan a nuestro clima, nos empeñamos en apostar por otras más delicadas que se mueren enseguida. El tagete es una de las mejores opciones para disfrutar de un verano colorido, porque soporta el calor y es duro contra las plagas. Pero también puede llegar a morir si no recibe los cuiddos que necesitan. En esta página explicamos cómo cuidar los tagetes y tener una maceta llena de flores.
Hay tres variedades de esta planta que se suelen encontrar en tiendas: el Tagete erecta, el Tagete patula y el Tagete tenuifolia. En España lo más habitual es la venta del Tagete patula, más compacto y pequeño que el erecta pero igual de colorido. El tenuifolia sería una importante mejora en algunos climas, ya que está mejor adaptado a la sequedad del terreno. Pero sus flores son menos vistosas y, seguramente por ello, no goza del mismo nivel de comercialización que el patula.
Cómo cuidar el tagete
El tagete aguanta muchos meses en maceta y tierra, pero también puede morir rápidamente si no recibe determinados cuidados. Muy importante es controlar el riego y asegurarse de que el sustrato está fresco y es rico en nutrientes. ¿Qué significa esto? Que el tagete lo pasará mal si crece en una maceta de plástico en un balcón que recibe todo el sol del verano. También, si en el jardín está en un parterre sin ningún tipo de acolchado. Por eso, para saber cómo cuidar los tagetes y tener una maceta llena de flores hay que seguir estos consejos:
- Si se cultiva en maceta. Lo mejor es elegir una de barro o de cerámica. Situarla en un lugar donde haya luz del sol pero no en las horas centrales del día. Agradecerá si se coloca sobre la tierra algún tipo de corteza para que el sustrato se mantenga lo más fresco posible.
- Si se cultiva en tierra. Podrá soportar más horas de sol que en maceta, pero habrá que cuidar que la tierra no esté totalmente expuesta. Un acolchado a base de cortezas, paja o piedras mantendrá el frescor.
También hay que tener en consideración el riego. A diferencia de otras plantas de temporada que disfrutan del verano caluroso, el tagete no quiere un riego excesivo. Más bien lo que disfruta es el sustrato ligeramente húmedo. Eso se consigue aplicando el riego en las primeras horas del día. En la jardinería sostenible mediterránea, nos hemos acostumbrado a regar a última hora del día o por la noche para evitar la evaporación. El tagete quiere justo lo contrario: el riego ha de ser a primera hora del día para que el agua se vaya evaporando lentamente y el sustrato se mantenga húmedo sin encharcarse. Habrá que regarlo cada día si se cultiva en maceta.
Plagas y enfermedades del tagete
Si recibe el riego adecuado y no se pudren sus raíces, no es habitual que el tagete sufra de plagas. De hecho, en agricultura ecológica se utilizan los tagetes para elaborar insecticidas naturales. Aún así, puede sufrir plagas y enfermedades que conviene conocer para saber cómo cuidar los tagetes y tener una maceta llena de flores. En todas, la solución pasa por la aplicación de un insecticida ecológico.
- Mosca blanca. Las hojas se tornan verde claro en pequeñas manchas y se crea una película de polvo negruzco.
- Pulgón. Se aprecian los pequeños insectos negros, que van chupando de la planta hasta debilitarla.
- Trips. Las hojas se debilitan y se enrollan sobre sí mismas.
- Orugas. Se aprecian a la vista. En este caso, basta con retirarlas.